Recibo tantas consultas acerca de los niveles de cloro y pH en piscinas, que me doy cuenta que la inmensa mayoría de propietarios no entienden estos datos.
Voy a intentar explicarlo de una forma muy fácil, clara, y sobre todo fácil de recordar.
Para no complicarlo, he creado un gráfico donde creo que se entiende bastante bien.
Además, te traigo un regalito, que te cuento al final.
Cuál es el nivel correcto de cloro
Según la mayoría de normativas el valor ideal del cloro es de 1 a 3ppm (partes por millón, o mg/l).
Esto no dice mucho por sí mismo, pero ayuda si tenemos el medidor adecuado.
En los reactivos de gotas o de tabletas, suele venir dibujada una escala de valores donde está marcado el valor ideal, por lo que no es necesario memorizarlo.
Lo que mucha gente no entiende, es lo que pasa si nos alejamos de este valor.
Me encuentro muchos casos de personas que dicen que el agua está perfecta, porque echa «tres o cuatro pastillas al día».
Esto puede ser muy perjudicial para las personas, sobre todo si no se controla el nivel de cloro en el agua.
Echando más cloro de la cuenta, no percibimos nada raro en el agua, ni siquiera olor a cloro, porque en realidad, este olor no lo provoca el cloro, ni tiene nada que ver con su valor.
El olor a cloro aparece cuando hay materia orgánica en el agua que se está combinando con el cloro.
Este olor lo provoca la cloramina, que es un gas tóxico, que irrita las vías respiratorias y es cancerígeno, así que no es bueno exponerse a él durante mucho tiempo ni en grandes concentraciones.
Por lo tanto, solo percibimos que el cloro está realmente alto, cuando nos bañamos y se nos ponen los ojos rojos, nos pica la piel, y probablemente se nos destiñe el bañador.
En este caso hemos agredido a nuestro organismo, provocando quemaduras químicas y otros daños aunque no lo percibamos.
No queremos tener piscina para dañar nuestra salud, así que hay que ser cuidadosos.
Pensemos ahora en qué ocurre si el nivel de cloro es demasiado bajo.
Evidentemente, no dañamos nuestra piel, porque no es más que agua.
Sin embargo, hay que tener cuidado con esta creencia.
¿Qué ocurre si te bañas en una piscina pública y la persona de al lado tiene gastroenteritis, conjuntivitis o infección de orina?
Esa persona puede estar desprendiendo bacterias o virus, incluso tú también puedes hacerlo aunque no estés enfermo.
Quizás hay algún microorganismo contra el que estés inmunizado, pero el bañista de al lado no.
Ese microorganismo es desprendido al agua.
Si el nivel de cloro es suficiente, se oxidará rápidamente, muriendo antes de provocar un contagio.
Si el nivel de cloro es muy bajo, no tiene poder oxidante, por lo que el microorganismo viajará por el agua hasta que encuentre un cuerpo que infectar.
No solo es necesario que una persona aporte este microorganismo al agua.
Las esporas llegan a la piscina arrastradas por el viento.
Si se cumplen las condiciones adecuadas, estas esporas evolucionarán, creando colonias de microorganismos.
Las algas siguen este comportamiento. Si no hay nada que las detenga, se van reproduciendo en el agua, provocando primero que las paredes estén resbaladizas, como gelatinosas, y más tarde poniendo el agua verde, cuando ya son tan grandes y numerosas como para que se perciban a simple vista.
Por lo tanto, un agua verde suele ser signo de falta de desinfectante.
Resumiendo, el nivel de cloro alto es perjudicial porque daña a nuestro cuerpo, y un nivel bajo permite contagios.
Qué es el pH y cuál es el nivel correcto
El pH es un concepto bastante abstracto.
Muchos usuarios de piscina no lo entienden, y esto les cuesta dinero, y riesgos innecesarios para la salud.
El pH no es más que la acidez del agua.
El valor ideal para el agua de una piscina está entre 7 y 7,2.
Es la acidez ideal para que nuestro cuerpo no sufra daños.
Si el pH es más bajo, el agua es más ácida.
Supongo que sabes lo que pasa si una persona se mete en una piscina llena de ácido.
Muchas películas nos han mostrado escenas similares, y no son nada agradables.
Aunque es difícil que una piscina alcance valores de acidez tan extremos, sí es habitual que el agua no esté en su valor óptimo.
Cuando nos alejamos del valor ideal hacia abajo, es decir del 6 o menos, el agua es bastante ácida.
Esto provoca irritaciones en la piel, ojos y mucosas.
Si la acidez es importante (pH 5 o menos), el cemento y muchos metales sufren corrosión.
He visto unas cuantas piscinas a las que se les ha caído literalmente el gresite (cuadraditos de cerámica tipo mosaico), porque una avería ha provocado que el agua fuese demasiado ácida.
Si el agua ácida es tan agresiva con las paredes, imagina con las personas, sobre todo los niños.
Vale, pues si el pH bajo es malo, ¿no es mejor que sea alto?
Pues no.
Si el pH se aleja del valor ideal hacia arriba, es decir por encima del 8, también hay efectos negativos.
El cloro no puede combinarse con la materia orgánica si el pH es alto.
Cuanto más alto sea el pH, menos efecto hace el cloro.
Esto provoca que con un pH alto, las algas aparezcan con mucha facilidad, y no se solucione añadiendo cloro.
Por eso hay muchos profesionales de las piscinas que recomiendan estabilizar el pH antes de aplicar ningún otro producto.
Otro efecto del pH alto es que la cal no se disuelve, por lo que tiene mayor facilidad para solidificarse en forma de incrustaciones, tanto en las tuberías como en las paredes de la piscina.
Aparte de los efectos estéticos que puede tener ver unas líneas blancas en las paredes, la arena del filtro puede llegar a apelmazarse por el exceso de cal, sobre todo si se usa un agua con mucha alcalinidad.
Los cloradores salinos atraen la cal como imanes, por lo que se les incrusta rápidamente.
Parece evidente, que igual que ocurría con el cloro, el pH debe mantenerse lo más cerca posible de su valor ideal.
Efectos de las distintas combinaciones de cloro y pH
Hay efectos del cloro que son potenciados por el pH, efectos del pH que son potenciados por el cloro, y viceversa.
Por si esto fuera poco, también hay otros factores que influyen en esta combinación, como puede ser la alcalinidad, la dureza, el cloro libre, el cloro combinado, los metales disueltos, etc.
Estos factores pueden provocar problemas en el agua difíciles de diagnosticar.
Lo importante es ajustar perfectamente el cloro y el pH, y si se mantienen otros síntomas, ir comprobando otros valores.
En la mayoría de los casos, con estos dos valores bien ajustados, el agua estará en perfectas condiciones.
Viendo el gráfico puedes ver las distintas situaciones, y los problemas asociados.
Si el agua está siempre dentro del valor ideal, estos problemas no suelen producirse.
Cuando los valores se alejan demasiado del valor ideal, las distintas legislaciones prohiben el baño, tanto para evitar riesgos de irritación o intoxicación, como para evitar contagios por falta de desinfectante.
Teniendo en cuenta el valor de cloro y pH de una piscina, puedes ver las posibles consecuencias en cada situación.
Esto te ayudará a diagnosticar el problema y aplicar una solución.
En la mayoría de casos, será suficiente con corregir los valores, añadiendo cloro si es necesario, utilizando incrementador (pH+) o reductor de pH (pH-), o vaciando parte del agua para eliminar el exceso de cloro.
Por qué suben o bajan los valores
En circunstancias normales, cuando la composición del agua es la habitual de la red, lo normal es que el cloro baje por sí solo, y el pH se mantenga estable.
El cloro se evapora, al ser un gas, y no permanece en el agua durante muchos días.
Por eso hay que ir reponiéndolo.
Hay productos que reducen la evaporación, como el ácido isocianúrico, también conocido como estabilizador de cloro.
Estos productos no son muy saludables, por lo que yo recomiendo ir reponiendo el cloro, y evitar añadir productos innecesarios.
Adivinarás que estoy bastante en contra de las pastillas multifunción.
Para mí lo ideal es la cloración salina o el cloro líquido.
Los días de mucho sol, el cloro baja rápidamente.
Es mejor añadir el cloro después de las horas de baño, para que el nivel sea alto durante la noche, que es cuando menos se evapora.
Así tiene mayor poder desinfectante actuando toda la noche, y cuando llega la hora del baño, el sol ya lo ha reducido un poco.
Respecto al pH, hay que decir que los tratamientos basados en cloro suelen aumentar su nivel.
Sobre todo la cloración salina.
Para que el pH no se vaya demasiado lejos del valor ideal, hay que añadir un ácido para neutralizarlo.
Esto puede hacerse manualmente, o mediante dosificadores automáticos.
Cómo mantener los valores perfectos
Gracias a la tecnología actual, es fácil automatizar las tareas de medir y dosificar los productos.
Hay cada vez más variedad de equipos automáticos que regulan el nivel de cloro y pH.
Los cloradores salinos generan cloro a partir del agua a la que se ha añadido sal común (cloruro sódico).
Los dosificadores automáticos de cloro inyectan cloro líquido según el nivel medido.
Los reguladores automáticos de pH miden el valor constantemente, e inyectan ácido cuando es necesario.
No hay productos.
Estos sistemas evitan tener que estar manipulando los productos, con los riesgos que conllevan, y mantener los niveles perfectos.
No obstante, aunque tengas una instalación automatizada, SIEMPRE hay que seguir midiendo los valores del agua, para asegurarte de que todo está funcionando correctamente.
Es un error muy común olvidarse de controlar los niveles periódicamente.
Nadie quiere que se le desprendan las paredes, o sufrir una intoxicación por exceso de cloro, o quemaduras químicas por ácido.
Conclusión
El mayor peligro para una piscina es el desconocimiento de sus propietarios.
Salvo que tengas contratado un servicio de mantenimiento que se encargue de todo, hay que conocer estos temas para evitar problemas de todo tipo.
Como te he dicho, los errores más habituales son no medir o no conocer los valores correctos del cloro y el pH.
Si todo esto te ha sonado a nuevo, y crees que tienes mucho que aprender, te recomiendo que conozcas mi manual de mantenimiento avanzado de piscinas, donde explico estos temas con mucho más detalle:
Para que no se te olvide el gráfico que hemos visto, o si eres un profesional no se le olvide a tus clientes, te dejo un documento PDF con el gráfico, para que puedas imprimirlo y colgarlo junto a la depuradora de la piscina.
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