Toda instalación en una piscina con cloración salina necesita un regulador de pH automático.
Estos equipos son un complemento necesario de los cloradores, porque durante un funcionamiento normal provocan un aumento del pH del agua.
Si no se instalan estos equipos, es necesario estar midiendo el agua diariamente y vertiendo ácido manualmente a la piscina.
Esto es peligroso e incómodo.
La solución perfecta es instalar un dosificador automático, que mide el agua e inyecta la dosis de ácido necesaria sin que debamos intervenir en ningún momento.
Hay muchos sistemas para la regulación automática del pH, así que tendrás que conocerlos para entender sus diferencias, ventajas e inconvenientes.